martes, 11 de marzo de 2008

La mirada encendida

Faltan menos de siete días para que comience el viaje...

A día de hoy no tengo una ruta clara por la que recorrer mis pasos, ni siquiera cuando venga Lydia. Tampoco tengo claro que ver, que no ver. Ni siquiera tengo claro del todo los países en los que estaré... La tranquilidad y cierta vagancia me empujan a vivir este viaje como cualquier otro, en donde no hay un destino fijo si no un deambulear continuo.

A día de hoy me he llevado mucho cariño ya dentro de mí, mucho amor y afecto de todos los que me rodean. A veces, es sorprendente darse cuenta (sobretodo para uno que se tiene por discreto y tímido) cuánta gente le tiene a uno en estima. Sorprendente y agradable, cálidamente agradable.

También me he llevado muchas advertencias, muchos avisos y algún que otro reproche sobre mi marcha... Reproches que se suelen ajustar a un discurso del estilo “porqué te vas, con lo bien que estás aquí, si todos te queremos”, quedando implícito en ese discurso la idea de “para qué necesitas irte”. La verdad es que motivos me sobran, pero no son diez, quince o veinte motivos los que me empujan a hacer este proyecto (llamarlo viaje a veces me parece algo insulso, demasiado “turístico”) si no una necesidad perentoria de crecer, crecer sin parar, aprender, paso tras paso, pueblo tras pueblo, palabra tras palabra.

Creo tener los pies en el suelo, así como toco el cielo con las manos y camino con los ojos cerrados. Porque la verdad es esa, confío en este viaje, no en su resultado, ni en las consecuencias, si no en el día a día, en volver a disfrutar del tiempo que se nos ha dado (parafraseando a Gandalf, sí, el tipo viejuno y barbudo de “El Señor de los anillos”). Y si en Barcelona me gustaba salir a correr y hacer pequeños tramos con los ojos cerrados (quien me viera, ¡¡suerte que nunca me tropecé ni me tiré por el barranco de la carretera de les Aigües!!) mientras escuchaba mis pisadas sobre la tierra, ahora la idea sería igual. Los ojos cerrados, pero la mirada encendida.

Bueno, que me pongo místico y todavía es demasiado pronto. Saludos a todos aquellos que hayan llegado hasta estas líneas de mi primer post (o como se llame). Nos vemos el sábado los que podáis y los que no un fuerte abrazo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya estás fichado. Ahora sólo tienes que cumplir la promesa y escribir de vez en cuando...

Unknown dijo...

Hola Alberto,

No se si accederas a tu correo pero es la única manera que se para poder ponerme en contacto contigo. Estamos siguiendo tu viaje a traves del blog parece que de momento todo esta saliendo como esperabas.

Cuidate mucho ya que por lo que cuentas estas entre tráfico caótico, disparos, horas sin luz......

Tu madre también me ha dicho que aras con bueyes y duermes en un granero.... después de esta experiencia podras escribir un libro

Hasta el próximo comentario

Besitos de toda la familia Aldaz que nos acordamos mucho de ti.

Luisa