domingo, 1 de junio de 2008

Hampi: Hippy Masala

Primer dia de junio, que hace aniversario con el final de mi onceava semana de viaje, de lo que se supone son 77 noches (que numero!) y sus respectivos dias, llenos de todo un poco y mucho de lo demas.

Primer post, tambien, del mes y primer post desde Hampi, ciudad que quizas uno podria definir facilmente como la capital de un reinado hindu que tuvo su maximo apogeo hace 500 anyos y cuyo legado hasta la actualidad es una multitud de templos de diferentes tamanyos y en diferentes estados de conservacion que salpican, aqui y alla, los campos de trigo, arroz y plataneros, con el rio Tungabhadra como protagonista de excepcion de un paisaje de rocas gigantescas que se acumulan en montanyas y uno se pregunta, sin mucho ahinco, porque no hizo geologia para saber como se pudo formar este caprichoso paisaje.

Pero, porque siempre hay un pero primero de todo, volvamos a Gokarna y a mi viaje, inteso, hacia estas tierras. El trayecto en bus local tenia que durar 7 horas y duro 10. Por lo que me dijeron, al estar en offseason, es el unico bus que hay y da bastantes vueltas para hacer mas dinero, parandose en sitios muy insospechados y en una multitud de pueblos, villas y demas donde servidor era atendido con todas clases de atenciones, miradas curiosas, gritos de mister mister, algunos otros de baba baba (que es lo mismo pero en hindi) o come come, fotos, alguna que otra charla infructuosa y una infinidad de beggars (no me sale la palabra en espanyol, pero seria "gente que pide"), que en cada estacion, cuando veian llegar el bus y un blanco dentro, venian solicitos a pedirme dinero. Algo a lo que me creia acostumbrado.

Mas o menos, cuando uno llega a la India y ve lo que ve, se habitua por una cuestion adaptativa a eso que ve, que se convierte en la normalidad del dia y la hace, por tanto, soportable y desdramatizada. Es posible que si no fuera asi multitud de viajeros no podrian estar mucho tiempo en este pais. En todo caso, India te suele poner a prueba en momentos insospechados, como un borracho indio (a las 11 de la manyana) que se sento en nuestra mesa en Om Beach y comenzo a importunar (lo que en un bar espanyol seria motivo de algo fisico...) de tal manera que nos vimos obligados, junto con el chico italiano, a encomendarle reiteradamente que se fuera de una vez a otra mesa y que nos dejara tranquilos. La paciencia a veces tiene sus limites. Y a veces uno la pierde.

Como cuando tienes dos ninyos en una estacion de bus donde cristo perdio la zapatilla, ninyos a los que seguro no dare dinero, por principios eticos (ya que normalmente los padres prefieren que esten pidiendo dinero que en la escuela, llegando a puntos que los propios padres les cortan las piernas para que sean beggars profesionales de por vida y asegurarse una entradita diaria de rupias), ninyos que han venido corriendo al verte y que durante interminables minutos (y hasta que el conductor no decide salir) que pudieron ser 20 o 30, te piden dinero, una y otra vez, te tocan, te cogen de la mano repitiendo una palabra en kannada (la lengua de karnataka) que no entiendes y que no entienden de noes, ni de noes severos, ni nada, mientras la gente del bus mira curiosa la situacion en la que un ninyo hasta parece increparte porque no le das dinero. Y ahi se acabo mi paciencia... cosa que no me gusto, pero lo senti asi, cruzando el limite! En fin, huelga decir que a los dos ninyos les dio bastante igual que me enfadara y siguieron dale que te pego hasta que llego el conductor y se acabo una de las experiencias mas intensas, para bien, para mal, que he vivido en estos meses. Asi es India, tambien.

Asi que cuando llegue a Hampi, deje la mochila en la guest house y me di una vuelta por el pueblo me permiti relajarme... Ir a cenar a un sitio cercano al rio, llamado Mango Tree, donde enseguida conoci a Tim, austriaco, y a Neve, italiana, y me uni a su conversacion/cena y demas, mientras el atardecer bajaba bellisimo en colores y uno comenzo a vislumbrar la magia de hampi, el paisaje romantico de ruinas hindues entre rocas y el rio Tungabhadra.



(desde la terraza del mango tree)

Al dia siguiente quedamos de nuevo en el mismo sitio para desayunar (despues de ver por la noche un poco las semifinales de cricket con Kuran, el duenyo indio del hostal de Tim y enterarme de que iba el tema) e ir al Hanuman Temple, que en realidad tiene otro nombre, pero se le conoce asi tambien, al otro lado del rio. Al final con Nevena vino Carlo, un italiano que vive aqui desde el 79, y tuvimos una conversacion interesante de varias horas (no nos movimos de Hampi en todo el dia) con el acerca de como habia cambiado el sitio en casi 30 anyos, de la cantidad de hippies que vinieron en su momento, de los que se quedaron y de los que murieron tambien aqui.

Tim habia visto un documental con Kuran llamado Hippy Masala y aparecieron los nombres que Carlo tambien conocia sobre varios personajes que viven aqui en Hampi, a la manera india, como un italiano que es sadhu desde hace 30 anyos, un pintor europeo, Roy, que se caso con una india o Meena, belga y sacerdotisa. Documental que vi ayer, ya que la tarde se paso lloviendo enterita, mientras cenabamos en la terraza de Kuran.

Luego fuimos al Ashram donde Carlo trabaja como terapeuta con medicinas homeopaticas y conversamos con Swami, el guru del sitio en cuestion. Habia escrito un libro en ingles sobre su filosofia personal acerca del aqui y el ahora (libro que Carlo ha traducido al italiano y me ha ofrecido traducir al espanyol, creo que aceptare jeje). Charlamos hasta que se hizo el tiempo de comer...

Al mediodia me fui a registrarme a la oficina de policia, ya que aunque es un lugar sagrado hindu y no hay carne ni alcohol, anteriormente hubieron problemas con los turistas y despues de asesinatos y violaciones de un policia que dormia dentro del templo pasaron a cuarenta. Sutil diferencia. La oficina de policia, como tantos otras tiendas o casas se sirven de los propios monumentos (!) declarados Patrimonio Mundial, se sirven de las mismas paredes o piedras de las ruinas para hacerse su espacio.



(oficina de policia, a la izquierda, por favor)

Se supone que estan rehabilitando algunos templos (y es cierto, lo he visto) pero uno duda de si rehabilitan mas que destruyen o al reves!

La calle principal, el Hampi Bazaar, lleva al templo domintante de la ciudad, cuyo nombre desconozco, pero que se puede ver desde casi cualquier lado, terraza o demas. Detras de esta primera entrada hay otro templo mas pequenyo que espero entrar en breve. Creo que en ambos se adora a Shiva, especialmente.



(la vista desde Hampi Bazaar)



(desde cerca del Shanti Lodge, donde me hospedo)

Finalmente, esta manyana me he cambiado a este Shanti place (donde tambien echa una mano Carlo), ya que donde estaba era tres veces mas caro y uno necesita ahorrar algo, he comprado el billete de avion Bangalore - Delhi y con Tim, en un perfecto dia nublado (por aquello del calor) nos hemos ido al Hanuman Temple. La excursion ha sido bonita, cruzando templos y pasando entre rocas (mientras el las examinaba, escalador de aficion, por eso lleva dos meses aqui).

El paisaje, sin duda, es autentico a rabiar y reclama su soberania en los paisajes de ensuenyo de este viaje y otros mas que he podido hacer. Sin duda, los paseos por las ruinas, adivino, son lo mejor de Hampi. Quizas antes de que me vaya el viernes me alquilare una moto o una bici para poder ver las ruinas mas alla de la zona de Hampi.



(subiendo a Hanuman Temple)

Uno de los momentos mas curiosos (que ya vi en el documental) es que aqui para cruzar el rio no hay canoas sino unas robustas cestas redondas de mimbre que recuerdan a un nenufar cuando uno las ve desde arriba o a una gigantesca cascara de nuez y que cuando solo va el remero (por una cuestion logica de peso) la parte vacia se alza en el viento y solo toca el agua donde esta sentado el mismo. Por cierto, pueden ir hasta cuatro personas y el remero.


(esperando para ir de vuelta a la otra orilla)

Listo para continuar disfrutando de estos maravillosos paisajes me despido con la confianza de que hoy hace un buen dia y el atardecer promete...

Cuidaros mucho y un abrazo a todos!

4 comentarios:

Cris dijo...

Hola Alberto, esperaba algún comentario parecido desde que iniciaste tu viaje por la India. Por eso no me ha sorprendido que en este post hayas hecho referencia al fin, a las emociones que te producen los niños mendigos y todo lo que los rodea.
Me ha gustado mucho lo que cuentas de Hampi. También todo lo que cuentas sobre los occidentales que se quedarón en India. Eran los neo-hippies, no?. Muy interesante eso de traducir el libro.
Llevas una lista exhaustiva de toda la gente que conoces? Creo que algunos merecen un capítulo aparte en esta historia.
Vais a pasar por Bombay?
Muchos abrazos y miles de besos.

Viajamos juntos hijo !!!!

PD: Han llegado las lluvias. Por fin el sonido de la lluvia nos ha acompañado unos días.

alberto b.i. dijo...

Tat: si, es una de esas cosas que conforman el dia a dia, aunque alguno d esos dias como no hace mucho se convirtio en excepcional!
Hampi tiene una energia especial y eso se nota... y estar en offseason creo q lo hace mas agradable, los pocos turistas que estamos nos encontramos y vamos conociendonos!
Todavia no esta muy claro lo de Bombay, pero pasito a pasito haremos nuestro plan de viaje. :)

Besos!!
Viajamos juntos, como no!

PD> Esta tarde me voy a escalar con Tim!

Anónimo dijo...

Hola soy Natalia. Lo de registrarse en la policía me ha sorprendido. Parece que, aunque esté en temporada baja, la zona es relativamente turística...y esas cosas siempre incomodan (digo yo). Cuídate! Besos y muchos recuerdos de todos los de casa. A tu Tía no le diré nada de lo de la policía. Para que no tenga susto.

alberto b.i. dijo...

Hola Natalia!
Bueno, Hampi vive mucho del turismo y buena parte es turismo extrangero, asi que desde no hace mucho lo intentan cuidar "algo mas"!
Saludos a la familia lleidatana al completo!