Motoristas lunares

Aqui continuo con la segunda parte del post, ya de paso os comunico que manyana nos marchamos al Nubra Valley varios dias, atravesando para ello la carretera (esta si) mas alta del mundo: 5500 metros aproximadamente. Llevare oxigeno si hace falta! La clave, claro esta, es que el valle esta a 3800 metros (solo 300 mas que aqui) asi que no es tan dramatico como parece.

Bueno, continuo con mi monologo particular. Ayer decidimos alquilar unas motos para ser totalmente independientes y vagabundear aqui y alla, a voluntad. A primera hora de la manyana alquilamos dos 150 de marchas (no las miticas Enfield que costaban mas y que tenian las marchas en el pie derecho, estas mas modernas las tenian en el izquierdo, pero siempre hacia abajo!) y nos pusimos de meta llegar hasta el pueblo de Alchi, a unos 70 kms, donde, como no, habia un Gompa muy antiguo digno de ver.

La experiencia de conducir en moto por carreteras entre seis miles, entre paisajes lunares, donde la nada se vestia de marron tierra, surcando el valle dejando bases militares y vadeando gargantas profundas en las que al fondo un rio de color turquesa dibujaba el suelo mientras las montanyas parecian engullirnos o escupirnos a una nueva carretera (esta quizas de tierra, con trabajadores acarreando piedras) y esta a una nueva montanya y asi...

Dificil de resumir en palabras las sensaciones extraterrestres que se tienen, pero quienes hayan conducido o pasado por carreteras en lugares extremos sabran a lo que me refiero. Como no, a mi me recordo bastante a algunas carreteras de Islandia! (creo que me voy a hacer del patronato de turismo islandes, seguro que me forro, no paro de recomendar el viaje a todo el mundo! jeje)

Nos perdimos varias veces y conducir la moto era una experiencia en si, pasando por tramos donde eso parecia el Dakar (por el cumulo de arena, mis botas aun tienen ese color!). A falta de pocos kms de llegar a Alchi (aunque eso no lo sabiamos, claro) nos paramos en una curva de la carretera invitados por varios trabajadores de la carretera que estaban almorzando, preparando su te con mantequilla, con su hogaza de pan y la cebolla y el picante que preparaban chafandolos entre dos losas de piedra (a los gourmets de la cocina, debieras haberlo visto!). Nos sentamos con ellos y compartimos la comida, nosotros llevabamos una barra de brown bread tibetano y el pate la piara (increible, pero cierto, dos meses conmigo y por fin encontre el momento!), y ahi que intercambiamos alimentos... lo suyo, picante que daba gusto. Para ellos, el pate tuvo bastante exito y les dimos otra lata. Todo un momentazo! (que se puede percibir en la segunda foto)

Llegamos a Alchi y visitamos el monasterio, digno de su fama, ya que hace aproximadamente 1000 anyos un rey budista atrajo a una gran cantidad de artistas para que contribuyeran en las pinturas y esculturas del "templo". Huelga decir, que cuando uno esta viendo miles de representaciones de budas en las paredes de oscuras salas, compartiendo espacio con representaciones de divinidades de todo tipo, como gigantescos frescos en forma de mandala, mientras en el centro de la sala hay una gran escultura de Sakyamuni, y detras otra mas grande de un personaje con cuatro brazos uno, muy bien muy bien, no se entera en absoluto de la escurridiza simbologia budista. Por supuesto, los monjes de los monasterios raramente saben hablar mas de dos palabras en ingles, asi que las explicaciones se hacen imaginarias, por decirlo de alguna manera!

Alchi es un pueblo sorprendentemente preparado para el turismo (que supongo ya llegara) ya que tenia varias guest houses y un ambiente calido que invitaba a quedarse alguna noche. Comimos de nuevo mirando el rio turquesa y luego nos fuimos a una pequenya playita riberenya de fina arena gris y estuvimos un rato descansando, luego ya, la vuelta, con un atardecer increible que quedaba detras nuestro y las siete y media como hora limite para devolver las motos.

A las 19.35 llegamos al sitio de alquiler, con la impresion de que todavia mis retinas intentaban guardar en algun lado privilegiado de mi memoria la cantidad de paisajes y de luces diferentes que habian pasado a lo largo del viaje. Suspiro, y me conformo con recordarlo a mi manera, ya que la memoria, el recuerdo y la imaginacion no distan mucho entre si!

Bueno, espero volver por aqui con nuevas imagenes (mentales, mejor) para todos vosotros!

Cuidaros mucho!